El peleador de artes marciales mixtas, Beniel Dariush de 31 años, protagonizó uno de los nocauts más impresionantes del año en el octágono, utilizando un movimiento llamado “spinning back fist” para noquear a Scott Holtzman.
Esta técnica requiere cierta sagacidad para ser efectuada correctamente y no sufrir un daño mayor en el intento. El ataque comienza como un cruzado de derecha al rostro del rival quien (en el mejor de los casos) instintivamente esquivará el golpe cabeceando al lado izquierdo.
Si esto funciona, el paso siguiente es continuar con la inercia del cruzado de derecha y con ese impulso girar hacia adentro, dando la espalda al rival un instante, para conectarlo con el brazo izquierdo extendido. El contacto puede ser un golpe “De martillo” o bien con el antebrazo (como lo hizo Dariush contra Holtzman).
El golpe fue tremendo, el referee no se molestó en dar cuenta de protección, terminó con el combate en cuanto Holtzman tocó la lona.
Pero lo que más llamó mi atención no fue el golpe, la técnica o el nocaut. Fue la bandera que portó Beniel Dariush antes del combate en uno de sus hombros, porque en el otro estaban las barras y las estrellas.
Dariush nació en Yorba Linda, California, en los Estados Unidos, de ascendencia iraní. Y la bandera que portaba era la de una de las primeras superpotencias en la historia de la civilización. La del Imperio Asirio, una región antigua ubicada al norte de Mesopotamia en la zona conocida como “La media luna fértil” o “La cuna de la civilización”.
Los asirios se expandieron a lo largo de los años y habitaron parte de lo que hoy es Irán, Irak, Líbano, Siria y Egipto. Una zona que se ha caracterizado por los conflictos bélicos que le han dado forma a su geografía actual.
Pero expliquemos la bandera:
En la parte superior vemos a la principal deidad de los asirios; Assur, guardián de toda la cultura asiria, quien también da nombre a la ciudad más importante del Imperio. Al centro hay un círculo dorado que representa al sol, dador de calor, luz y vida. Alrededor del sol una estrella de 4 picos que representa la extensión máxima que tuvo el imperio asirio en tiempos del Rey Asurbanipal (668-631 a.C.) y el color azul de la estrella significa tranquilidad.
Las franjas ondeantes (roja y azul) que parten del centro hacia las esquinas simbolizan los ríos más importantes de Asiria. La azul es por la abundancia del Éufrates, la roja es la sangre derramada en el Tigris con valor, coraje y orgullo.
Esa es la historia detrás de la bandera que portó orgulloso el artemarcialista estadounidense con raíces asirias Beniel Dariush en lo que fue una de sus mejores demostraciones dentro de la jaula.
