Cruz Azul no está maldito, está falto de ambición

Cruz Azul no está maldito, simplemente salió sobrado ante un Pumas que sí decidió dejarlo todo sobre el campo.

Carlos Guerrero
EL dictado: Análisis y Opinión

Inadmisible y imperdonable. Y no los “cobijemos” con el argumento de “no hay explicaciones ya”. ¡Por supuesto que las hay!, esto no es una maldición.

Lo que pasó fue una falta grave de respeto de los jugadores a la institución. Cayeron por falta de ambición y por un exceso gigantesco de confianza.

Un gol tenían que marcar para dejar sin vida a Pumas y no fueron capaces de hacerlo. El mensaje de Siboldi fue equivocado desde antes de que comenzara el juego. Cruz Azul lo perdió desde antes del silbatazo.

Si esta no fue la buena, algo me dice que ya ninguna lo será.

Pero una derrota viene sellada por la hazaña de un vencedor. Pumas hizo lo impensado, nadie creyó en ellos.

Nunca renunciaron, nunca dejaron de soñar, fueron fuertes. Apretaron la mandíbula, y con más espíritu que futbol, doblegaron al gigante que, confiado, reposaba cálidamente en la hamaca.

Cuatro era la cifra mágica y la alcanzaron. Y no sé si les alcance para el título, pero estos Pumas serán recordador por volver a traer el verbo “cruzazulear” al diccionario y por enseñar a los jóvenes que no hay derrota mientras no termine una batalla.

Por cierto, con repechaje incluido, con doce contendientes, a la final llegan el 1 y el 2. Más justo, imposible.

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