En medio de una crisis financiera y política tan compleja como la que atraviesa el Barcelona, no se comprendía cómo había hecho el club para renovar el contrato de cuatro futbolistas.
Este jueves, el diario Sport de España publica que Gerard Piqué aceptó una reducción del 50% de su sueldo en esta temporada, mientras que Lenglet, Ter Stegen y De Jong accedieron a una rebaja del 30% de sus ingresos.
Esto tiene dos vías de interpretación. Por un lado se muestra el compromiso de los jugadores con el club. Por el otro, denota una maniobra política por parte del presidente, con complicidad de los futbolistas, ya que ambas partes se benefician. Habrá una tercera parte perjudicada, pero todavía no tiene manos para defenderse.
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Si bien Piqué aceptó reducir su salario a la mitad para esta campaña, también es cierto que el plantel entero sufrirá una rebaja aproximada del 30% de su sueldo en próximos días. A cambio, Gerard asegura cobrar entre 2021 y 2024 el mismo monto que antes de la reducción. Para ese entonces, el defensa tendrá 37 años de edad y quizá no rinda de acorde a su sueldo. Además, ahora tendrá una cláusula que le permitiría dejar el club cuando él quiera, sin tener que abonar una cifra de penalización.
La situación de Ter Stegen, Lenglet y De Jong es similar: aceptan una reducción temporal, que de todas maneras iban a afrontar, y obtienen un beneficio a largo plazo. Aseguran un ingreso sumamente alto durante media década, sin importar si sufren una baja de rendimiento a partir de la próxima temporada.
La afición culé puede alegrarse de contar con cuatro de sus ídolos para los siguientes años, y el próximo presidente debe preocuparse por recibir a un club con una situación financiera comprometida, y las decisiones ya tomadas.
Por Jorge Pinto/Azteca Deportes
