Mario García, DT del Atlante y quien fue auxiliar de Diego Armando Maradona cuando dirigió a Dorados, aseguró que el exastro argentino se quedó con un deseo pendiente: Dirigir en México en la Primera División.
“Al América, a Pumas, a Cruz Azul... quería dirigir aquí en Primera División, al mismo Xolos que era del grupo en donde trabajábamos”, comentó para Azteca Deportes.
Aseguró que si no lo logró fue porque en México estamos acostumbrados a técnicos que piensan más en la estrategia y el tema táctico que en la unión de grupo.
De repente a él lo juzgan como entrenador, y mira que te habla un entrenador obsesionado por la táctica, que está medio loco, que cuadraría más con Guardiola, Bielsa, Lavolpe, que con Diego. Pero al momento de conocerlo, entiende uno que el fútbol tiene muchos caminos y lo importante es el trabajo y el convencimiento de los jugadores y un grupo unido. Aprendí que esa obsesión táctica que tiene uno, no es tan importante como meter esos ingredientes grupales, esa motivación, siempre un grupo fuerte te hace mejor.
Además, García destacó el trato humano que dio Maradona a las personas con las que trabajó en México.
Lo más importante fue su forma de relacionarse, desde el jardinero hasta el dueño del equipo, parejo, y la realidad es que cuando lo conoces fuera de los reflectores, desde tomarse una cerveza con el cuerpo técnico y el staff de Dorados, te das cuenta de eso.
El estratega finalizó con una anécdota, reflejo del espíritu que Maradona siempre transmitió a la gente con la que convivió, y que subraya la razón por la cual siempre fue muy querido.
Un día llovió torrencialmente ahí en Dorados, se inundó el campo, y Diego se comenzó a aventar patitos en la zona que se inundó, a deslizarse, e hizo que lo hiciera todo el equipo, hasta los directivos. Una persona que siempre tuvo un alma de niño.
