El nacido en Manacor y cuatro veces campeón del torneo de Nueva York (2010, 2013, 2017 y 2019) se colocó a un título del suizo Roger Federer, quien es el máximo ganador de Grand Slam masculino con 20 trofeos.
Nueva York vivió una noche mágica, una de las mejores de la historia del tenis con dos hombres que honraron este deporte y se batieron en un duelo apasionante de 4 horas y 51 minutos.
Un partido que parecía encarrilado y se preveía un tercer set competido pero en el que Nadal fuera ejerciendo su autoridad poco a poco y el ruso pudiera perder esperanza.
Esas previsiones parecían cumplirse cuando el balear rompió el saque de su rival y se colocó con 4-2 arriba en el marcador. Dos juegos le separaban del triunfo, pero todo cambió. Daniil supo desplegar un nivel absolutamente irreal. Nadal dispuso de oportunidades para frenar la reacción, pero todo se alargó hasta un quinto y decisivo set.
Al final ganó el español con parciales de 7-5 6-3 5-7 4-6 6-4, sosteniendo la rebelión de un jugador que presentó sus credenciales a ser digno sucesor de la mejor era del tenis mundial.
Tras esta hazaña, Federer ya siente el aliento de Nadal en la nuca. Se quedó a un Grand Slam del suizo y con la sensación de que, con su dominio en tierra batida y la evolución de su juego en pista rápida, el empate es probable.
