Polémico, como debe ser, el anuncio de un fichaje mediático para un equipo importante. Alfredo Talavera movió el ánimo de los aficionados Pumas. Muchos lo vieron como una buena opción, otros desaprobaron su llegada –tal como lo pude comprobar en una interacción en mis redes sociales. Desde hace muchos años nuestros queridos Pumas no contaban con un portero de la jerarquía de Talavera, me atrevo a decir que desde Jorge Campos. La apuesta es buena, estoy seguro que Alfredo responderá a las exigencias de un grande.
Viejo, problemático, cartucho quemado son algunos de los conceptos que escribieron los inconformes por la negociación de Talavera. Hay que darle el beneficio de la duda, primero vamos a verlo ya en el campo, observemos el compromiso que toma antes de descalificarlo. Si se tratara de un desconocido o un portero del montón, entonces si cuestionemos, pero tratándose de Alfredo Talavera merece otro tipo de trato.
Es un futbolista con mucha experiencia –miren que eso le hace falta a la portería universitaria-, está probado en el futbol mexicano; sus conquistas avalan la clase de jugador que es. Salió de una buena cantera –la de Chivas-, fue campeón con elGuadalajara, estuvo en un equipo muy complicado como Tigres, volvió a ser campeón de liga con el Toluca, dos veces ha sido mundialista –no ha jugado un solo partido, eso es muy cierto-; sus cartas son tremendas para defender la portería auriazul.
Talavera será un referente para los chamacos de las inferiores, una ayuda muy interesante para el crecimiento de los canteranos que quieran aventarse la responsabilidad y afronten el reto de ser los próximos titulares de nuestros queridos Pumas; a un personaje de la categoría del jalisciense se le debe aprender mucho, los jóvenes deben exprimirle conocimiento. La experiencia que entregue Talavera será fundamental, seguro lo tiene contemplado y por eso lo trae al equipo el técnico españolMíchel.
Se va un Alfredo y llega otro, totalmente distinto. Talavera tiene una oportunidad de oro para cerrar en grande su carrera, firmo que lo hará.
Besos y abrazos para todos.
Por: Gerardo Melin
