La lucha libre mexicana creció gracias a leyendas como la de Blue Demon. Uno de los gladiadores más emblemáticos del encordado, es uno de los símbolos de la época dorada.
Alejandro Muñoz Moreno, nombre real de Blue Demon, nació en Villa de García, Nuevo León el 24 de abril de 1922, aunque fue registrado en Coahuila. Desde niño dejó a su familia y empezó a trabajar como peón y asistente de maquinista, ahí conoció a Rolando Vera, luchador profesional que lo introdujo al mundo de la lucha.
Tras 3 años de entrenamiento, debutó en 1948 con el nombre de Tosco Muñóz, mote que cambiaría ese mismo año por el de Blue Demon. Al poco tiempo viajó a la Ciudad de México, donde explotó al máximo su talento.
Para 1952, Blue Demon inició la rivalidad con otra leyenda: El Santo. El “Demonio” prometió vengar a su hermano, Black Shadow, tras perder la tapa con el enmascarado de plata. El mundo se quedó esperando el ansiado duelo por las máscaras entre Demon y Santo.
Blue Demon terminó su carrera con la máscara del Matemático y el Rayo de Jalisco, dos de las más importantes de la lucha libre, en sus vitrinas. Además consiguió la cabellera de Scorpio y el Cavernario Galindo. Además de tener una exitosa carrera de 25 películas en el séptimo arte. La leyenda del demonio azul creció el 16 de diciembre de 2000, día que Alejandro Muñóz dejó el mundo.
Por: Armando Ruiz
