Hace diez años, John Isner y Nicolás Mahut protagonizaron el partido más largo de la historia del deporte blanco, 11 horas, 5 minutos y 23 segundos.
Fue en la primera ronda del torneo de Wimbledon y una de las curiosidades de aquel encuentro fue que se resolvió en tres días. El estadounidense se terminó llevando la victoria con parciales de 6–4, 3–6, 6–7(7–9), 7–6(7–3), 70–68.
Dos grupos de 14 jueces de línea y cuatro grupos de 28 alcanza pelotas fueron alternándose por la extensión del juego.
Además de convertirse en el más largo en la historia del tenis, aquel duelo batió otros récords. Tuvo el set más extenso de la historia: el quinto, que se prolongó durante 8 horas y 11 minutos. También fue el que más games se disputaron en un set: 138.
Además de ganar y avanzar a la segunda ronda del tercer Grand Slam de aquel año, Isner se convirtió en el tenista con mayor cantidad de aces en un partido, con 113 (Mahut, con 103, fue el segundo en el ranking histórico).
Y también se convirtió en el rey con mayor cantidad de games ganados por un jugador (92) y mayor cantidad de puntos ganados en un partido (980).
Desde el año 2019 se dispuso que en Wimbledon se jugara tie-break cuando se llegue a un hipotético 12-12 en el quinto set. Por lo que ya no hay posibilidad de que partidos que acaben con una extravagante definición de 70-68, como en el 2010.
Por Alejandro Puello @puelloasilva
