Ser un niño maravilla no es sencillo, serlo en el equipo más mediático e importante en la historia del automovilismo, Ferrari, es algo que pocos pueden presumir, está es la historia de Charles Leclerc, una cenicienta que nació en el principado de Mónaco hace 21 años y que le ha faltado el respeto en la pista a todos, incluidos varios campeones del mundo.
Charles, inició su carrera como todos en el karting en el 2005, su primer gran logro fue convertirse en el campeón más joven del kartismo de cadetes francés. En el 2009 Charles tuvo la suerte que todo campeón necesita, sus padres era casi seguro que ya no podrían pagar para que Leclerc siguiera corriendo, pero ahí apareció Nicolás Todt quién se convertiría en su agente y le encontraría asientos para demostrar que posee unas manos tan refinadas como el mejor ebanista del mundo. Su camino siempre ha sido en ascenso. En 2016 se consagró Campeón Fórmula 3, en 2017 Monarca de Fórmula 2 lo que le abrió la puerta de forma natural a la F-1 en 2018 con Sauber, pero sin olvidar que el talento de Charles lo hizo pertenecer a la academia de pilotos de Ferrari, donde la escudería del Cavalino Rampante da seguimiento a sus prospectos más virtuosos.
El año pasado Charles demostró abordo de un Sauber que sabe ser rápido, consistente, valiente y cerebral, todo al mismo tiempo por lo que Ferrari no dudo en incorporarlo a la escudería para ser el compañero de Sebastian Vettel en 2019.
Pero no todo ha sido gloria y felicidad para Charles, ya que le ha tocado llorar a varios amigos, pilotos que al igual que él buscaban a toda velocidad el sueño de ser campeón, ser el más rápido, ser el primero en ver ondear la bandera de cuadros y subir a lo más alto del podio de triunfadores, pero que desafortunadamente en vez de eso encontraron la muerte cuando buscaban la gloria.
Jules Bianchi quién falleció producto de las heridas de su choque en el Gran Premio de Japón de 2014, fue como un hermano mayor para Leclerc, ya que Charles inició su carrera en el karting en la pista del padre de Bianchi, Jules y Charles pasaban dentro y fuera de la pista mucho tiempo juntos y cuando estaban alejados compartían mensajes donde hablaban de cualquier cosa como un par de buenos amigos.
Hace unos días durante le fin de semana del Gran Premio de Bélgica despidió a Antoine Hubert, piloto francés de Fórmula 2 que perdió la vida en un espeluznante accidente. Charles le dedicó su primer triunfo en Fórmula uno y antes de subir a celebrar dijo esto sobre Antoine: “hemos crecido juntos, mi primera carrera fue con él”.
Apenas el domingo pasado, Charles logró su segundo triunfo en F-1 y lo hizo de manera prodigiosa, soportó los embates del 5 veces campeón del mundo Lewis Hamilton y después de Valteri Bottas, ambos pilotos de Mercedes fueron testigos de primera línea de la magia que puede llegar a plasmar como manejo Charles Leclerc, un monegasco que está a punto de cumplir 22 años.
