Cualquiera pensaría que la pausa en la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio, dejaría en suspenso las hazañas deportivas, y no ha sido así. Queda claro que con o sin olímpicos los atletas están preparándose pensando en el día a día, “hoy seré el mejor y mañana seré mejor que el de hoy”.
Así lo ha dejado claro Mo Farah, quien a principios de septiembre impuso una nueva marca, recorriendo a trote en una hora 21,330 metros, durante la competencia de la Liga Diamante celebrada en Bruselas, Bélgica.
El fondista británico de 34 años promedió 2.48 minutos por kilómetro, pulverizando el récord de Haile Gebrselassie, conseguido en Ostrava 2007 con 21,285 metros en una hora, promediando 2.49 minutos por kilómetro.
Antes de esta nueva marca en una prueba de fondo, el keniano Eliud Kipchoge derribó una de las barreras del atletismo que parecía inalcanzable para el ser humano y se convirtió en el primer hombre que corrió un maratón en menos de dos horas. Los 42.195 kilómetros los hizo en 1 hora 59 minutos y 40 segundos. Algo muy complicado a realizar en una competencia masiva por lo que Kipchoge eligió hacerlo en una ruta prácticamente en solitario, sólo escoltado por algunos atletas llamados “rabits”, que en relevos de 10 kilómetros le marcaban el paso.
Ahora existe una próxima parada que intentará destronar las marcas varonil y femenil del medio maratón, la cita será en octubre, dentro del medio maratón de Praga, el que fue pospuesto y sólo se realizará con un grupo selecto de atletas élite. Un medio maratón exclusivo, repleto de estrellas, limitado a 35 de los corredores de distancia más famosos del mundo en la actualidad. Hombres y mujeres competirán por separado, corriendo en un circuito ovalado rápido y plano a través del Letna Park en Praga. 16.5 vueltas. Una ruta diseñada para intentar obtener un nuevo récord mundial en los 21 kilómetros.
Así es que la pausa de la cita olímpica no ha detenido la marcha de los fondistas, quienes ya enseñan los colmillos para arremeter con todo en cuanto llegue el verano del 2021 en la capital de Japón.
Por: Juan Antonio Hernández
