Solo necesita pasar exámenes físicos. Algo que para un atleta de NFL no debería significar mucho problema, y una vez que los supere, Dez Bryant será jugador de los Ravens de Baltimore. Sí, el mismo Dez que por años fue la pareja de Tony Romo y uno de los mejores receptores de la liga.
No estaba retirado, de hecho, siempre hizo público su deseo de regresar a la NFL. Lo que pasó con Dez sencillamente fue una brutal racha de lesiones que lo alejaron del futbol americano profesional. Su última temporada completa fue en 2017, y al finalizar la misma, Dallas Cowboys decidió cortarlo tras ocho temporadas, para dar cabida a sangre más joven ya que claramente, Dez había bajado su rendimiento.
El verano de 2018 pasó sin actualizaciones y fue hasta noviembre de ese año cuando los Saints lo firmaron para juntarlo con Michael Thomas y Drew Brees. Pero lo peor que le podía suceder, pasó.
Apenas dos días después de haber firmado con el equipo, en su primera práctica, se reventó el tendón de Aquiles y nunca jugó para Nueva Orleans.
El resto del 2018 y todo el 2019 lo pasó en rehabilitación, y preparándose para volver a su mejor estado físico. En todo ese tiempo siempre recalcó su intención de regresar a los emparrillados.
Ahora, en 2020 parece que serán los Ravens quienes le den la oportunidad, aunque no lo harán con los brazos abiertos. Primero se integrará a su equipo de prácticas y si les llena el ojo, será promovido al primer equipo.
Es válido hacer cuestionamientos. Al final, es un jugador que no tiene acción de máxima exigencia desde hace 3 años, que ha sufrido 3 lesiones importantes en sus últimas 2 temporadas en la liga y por alguna razón el resto de los equipos no tuvieron prisa para firmarlo.
Aún así, apenas tiene 31 años, y si puede jugar al 70% de lo que llegó a ser, será una ganga más para los Ravens.