Por Jorge Zarza
Inti es el nombre de una adolescente que ha vivido a bordo de un autobús escolar.
Sus padres salieron de Argentina con la idea de recorrer el continente hasta llegar a Alaska en un vehículo durante un año, pero llevan más de 18 viajando en lo que se ha convertido en su casa rodante.
Sí, ahí nació y creció Inti.
Cuando Vianney nos propuso la historia, el equipo élite de FIA integrado por Luli Monsalvo y Everaldo, tomamos camino hacia Tepoztlán, Morelos, donde se ha estacionado esta familia, conocida como los Amunches -que significa “viajeros” en lengua mapuche- para conocer por dentro y por fuera este autobús escolar, pero sobre todo descubrir cómo ha podido vivir, crecer, estudiar y jugar esta pequeña.
Inti habla con los ojos. Me invita a la mesita que está justo en medio del autobús para compartirme que algunos días amanece con la caricia de los rayos de un sol que se mete por el medallón, y otros días contempla el rojo multicolor que forman las nubes en el horizonte ante de caer la tarde.
Sus palabras te hipnotizan. Tiene solo 12 años y te habla como un adulto experimentado. Me enseña las paredes de su casa/autobús en donde sus padres han colgado una galería de fotos. Muchas de ellas muestran desde el embarazo de Paty, su mamá, hasta los días en que Inti se aferraba al volante cuando tenía 3 años.
El autobús, donado por una escuela de Estados Unidos, tiene todo lo necesario para vivir. Una cama y un baño, un refri y una estufa, una sala y un comedor. Todo perfectamente distribuido en esos 10 metros de largo y 3 de ancho.
Inti esconde su mirada detrás de unos lentes que le permiten ser aún más reflexiva cuando habla sobre su futuro. ¡Por supuesto que no quiero vivir toda la vida aquí! Exclama entre risas mientras chatea con sus amigas de Estados Unidos a quienes conoció durante una escala de este trayecto que parece interminable.
El autobús necesita gasolina para continuar el recorrido, pero ¿cuál es la gasolina que mueve a esta familia? La pregunta toma por sorpresa a Germán, el Papá de Inti, quien, como buen argentino, recurre al esgrima lingüístico para responder poéticamente que “es el amor lo que nos mantiene unidos”. Lo dice un banquero reconocido y encumbrado que lo dejó todo para emprender un viaje sin regreso.
Esta familia de nómadas se dá a querer desde que te reciben en su hogar. El objetivo del viaje es conocer las raíces de los pueblos originarios y la cultura de cada país, explica Paty, “es así como Inti aprende en esta escuela de la vida”.
Por si fuera poco, Inti recibe educación escolarizada desde Argentina a través de su computadora, como mcuhos niños lo han hecho este último año y medio debido a la pandemia. “En lugar de estar en el salón de clases, ella esta en el autobús, que es al mismo tiempo su propia casa”.
¿Hasta donde llegarán los Amunches? Quizá hasta el Medio Oriente o Africa, quizá la India o Europa.
¡Sí claro! Hasta aquí la historia se antoja divertida y simpática, pero cuando llevas casi 20 años del tingo al tango la pregunta crucial es ¿de qué viven? Y la respuesta para ellos es my sencilla: “vivimos de nuestros trabajo, impartimos conferencias sobre el recorrido que estamos haciendo”. Además Paty ha publicado un libro extraordinario con fotografías de los lugares a donde ha llegado este autobus.
Viven de lo que venden. Pero sobre todo, ellos se han dedicado a vivir.
