En el marco del Día Internacional del Abrazo, que se celebra este 21 de enero, se resaltan los beneficios que esta acción tiene entre las personas, como brindar calma, explicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cuando alguien da un abrazo, el cerebro segrega dopamina y serotonina, dos sustancias que ayudan a reducir el estrés “y juntas proporcionan calma, tranquilidad y sosiego”.
La Facultad de Medicina de la UNAM señaló que dar un abrazo tiene otros beneficios, ya que al liberar esas sustancias en el cuerpo disminuye la tensión arterial y muscular.
Además, los abrazos disminuyen la tristeza y el llanto, y cuando las personas los ponen en práctica, pueden sentir cariño y seguridad.
Oxitocina está relacionada con los beneficios de un abrazo
La Facultad de Medicina señaló que durante un abrazo hay contacto con la piel, esto puede liberar oxitocina, una hormona de nueve aminoácidos que se sintetiza en el hipotálamo, la cual se encarga de ayudar a controlar el estrés.
“La oxitocina controla dos áreas del cerebro, la de las emociones positivas (circuito de recompensa) y las negativas (amígdalas). Incluso, tiene que ver con la empatía y puede modificar la xenofobia”, añadió la Facultad de la UNAM.
La pandemia de Covid-19 y su impacto en el abrazo
Tras la aparición de la pandemia de Covid-19, una de las medidas sanitarias que se tomó fue la sana distancia para evitar que la propagación del virus aumentara.
Si bien es una medida necesaria, precisó la UNAM, el distanciamiento físico puede representar un problema emocional para algunas personas, ya que los abrazos son una forma natural de protección y confort.
“Los abrazos como protección corporal forman parte de los aprendizajes más tempranos: durante la crianza; es una herramienta intuitiva inicial, porque somos seres sociales. Por ello, en este proceso que vivimos algunas personas a veces se sienten tristes y con desesperanza”, agregó.
La Máxima Casa de Estudios afirmó que leer un libro o ver nuestras películas favoritas puede ayudar a superar emociones como la tristeza, pero si no se pueden autocontrolar, señaló que lo más adecuado es visitar a un especialista.
