El servicio penitenciario ruso informó que este lunes Alexei Navalny, líder opositor del gobierno de Vladimir Putin, fue trasladado a un centro médico penitenciario.
Los primeros reportes de autoridades reportan al político con estado de salud “estable y satisfactorio”. Navalny está en huelga de hambre desde el pasado 31 de marzo, como demanda de atención médica justa por dolor crónico de espalda y entumecimiento de manos y piernas.
El traslado llega en un momento en el que la comunidad internacional ha mostrado una especial preocupación por la salud del principal opositor al gobierno de Vladimir Putin.
“Una comisión de médicos decidió el traslado de Alexei Navalny a una unidad hospitalaria para los condenados que se encuentran en el territorio de la colonia penitenciaria número tres”, informó el servicio penitenciario de la región de Vladimir a través de un comunicado.
“El estado de salud de Navalny es reportado como estable y satisfactorio actualmente. Diariamente ha sido examinado por un médico terapeuta”, precisa el texto. Además, se informó que, en común acuerdo, Navalny recibirá un tratamiento vitamínico.
La preocupación por Navalny surge porque apenas en enero pasado regresó a Rusia, tras haberse recuperado de un envenenamiento, señalando al régimen de Putin como responsable.
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Navalny ha perdido 16 kilos
Personas cercanas al líder de la oposición rusa han definido que su estado de salud pende de un hilo, por las condiciones médicas que padecía previamente: doble hernia y una protusión discal.
La semana pasada, autoridades penitenciarias amenazaron con alimentarlo por la fuerza.
Yulia Navalnaya, esposa del activista, pudo visitar a Navalny la semana pasada, y alertó por su dificultad para hablar y una importante pérdida de peso.
“Pesa 76 kilos, cuando mide 1.90. Después de haber visto a Alexei estoy aún más preocupada por él”, confesó. “Nunca había visto un rostro tan escuálido, pero no tiene intención de rendirse”, afirmó.
Navalny ha perdido 16 kilos desde que ingresó a prisión, en febrero pasado.
Apenas este domingo, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, advirtió a Rusia que si Alexei Navalny muere, habrán consecuencias.
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