Peabody, un caballo miniatura, se ha vuelto una sensación en redes sociales, luego de volverse amigo de unos perros y de haber sobrevivido pese a su condición especial.
El caballo, considerado el más pequeño del mundo, fue adoptado por una mujer después de que su mamá lo rechazara porque no alcanzaba su ubre para alimentarse, lo que ponía en peligro su vida.
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En un principio se pensaba que Peabody era ciego, sordo y no podría caminar, además tenía la mandíbula desviada y creían que no se podría alimentar, así que algunos veterinarios recomendaron sacrificarlo; sin embargo, Faith Smith, su cuidadora, decidió adoptarlo y darle otra oportunidad en un hogar cálido y acompañado de sus otras mascotas.
“Los caballos nunca son animales de interior, pero Peabody es tan pequeño que nunca podría vivir al aire libre a menos que crezca, y no estamos seguros de si lo hará. En la actualidad, vive dentro de la casa con los perros”, explicó la mujer.
Peabody tiene nuevos amigos
A pesar de las múltiples complicaciones que presentaba Peabody, su nueva dueña lo cuidó y con el paso de las semanas logró crecer un poco y convertirse en amigo de los perros bull dog franceses de Faith Smith.
El caballo miniatura ya ha aprendido a convivir con los perros y hasta duermen juntos, ahora, su dueña espera que aprenda a hacer del baño como los dos perros.
Aunque Smith aún tiene la esperanza de que el ejemplar crezca y pueda llegar a convivir con otros caballos, se ha dado cuenta que es algo casi imposible, así que Peabody siempre será un caballo de casa.
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La dueña de Peabody comentó que en un tiempo él podría aplicar al récord del caballo más pequeño del mundo, que actualmente lo tiene Bombel, un ejemplar appaloosa miniatura originario de Polonia que solo mide 56.7 centímetros de altura.
