Todos los días se oye la palabra “cambio climático” y hay tres tipos de personas en el mundo que influyen estos patrones ambientales:
- Los que creen en él y no hacen nada por contenerlo.
- Los que no creen que existe.
- Y los que sí creen, pero además hacen algo en favor del planeta.
El fenómeno natural de “La Niña”, no es una novedad, lo que sí resulta serlo es que cada vez viene con más intensidad. Entonces vuelvo con la frase del inicio: “cambio climático”.
A partir de ahora, cada vez que nos digan los científicos que “La Niña” estará presente, pensemos en lluvias intensas.
Pero, ¿y si también pensamos en los que no tienen techo?... En ríos desbordados, en inundaciones, en sequías históricas.
¿Y si pensamos en los agricultores? En quienes pierden cosechas enteras porque se inundan o se secan los campos.
Habrá zonas con un invierno muy frío… ¿Y si pensamos que esta crisis energética por la que atraviesa el planeta no permitirá que muchos hogares se puedan calentar?
Necesitamos un mundo más empático… necesitamos hacer algo por el planeta.
Cambio climático, una llamada de atención de la naturaleza
“La Niña” está de regreso por segundo año consecutivo y nada podemos hacer para evitarlo. Lo que sí está en nuestras manos es prepararnos para aguantar los embates.
Entre algunas otras acciones podríamos:
- No desviar ni taponar caños o desagües.
- Evitar que el lecho de los ríos y canales se llene de sedimentos, troncos o materiales.
- No realizar cortes en las laderas de las montañas para construcción, sin contar con las autorizaciones de las autoridades municipales.
- Revisar, ajustar, cambiar o limpiar los techos, canales y canaletas para evitar inundaciones en las viviendas.
- El tiempo se termina para revertir los efectos del cambio climático, pero… estamos a tiempo de hacerlo.
