El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) reveló que el 52 por ciento de las tortugas marinas de todo el mundo han ingerido desechos plásticos.
¿La razón? Los confunden con medusas, algas u otras especies que son parte de su dieta.
A través de su página de Internet confirmó que desde la década de 1940 el plástico se ha producido en masa, sin embargo su impacto actualmente es devastador.
Cuando uno de estos animales consume plástico puede llegar a romperse sus órganos internos, mientras que las bolsas pueden causar obstrucciones intestinales.
“La acumulación de plástico en las principales playas de anidación hace que las tortugas bebés estén más expuestas a enredarse entre los plásticos, sin permitir que lleguen hasta el mar”, informa WWF.
Asimismo, los quelonios pueden llegar a flotar de forma inusual por este acto provocado por el hombre.
Otro de los peligros que las amenaza es quedarse atrapadas en redes de pesca, lo que supone que se puedan ahogar o no puedan escapar de sus depredadores.
En los océanos existen siete especies de tortugas marinas, las cuales tienen distintas preferencias dietéticas.