Un total de mil 844 prisioneros en Nigeria escaparon de una prisión de la ciudad de Owerri, en el sureste del país, después de un ataque de hombres armados que portaban granadas propulsadas por cohetes, ametralladoras, explosivos y rifles.
La autoridad penitenciaria dijo que los rebeldes volaron la entrada de la prisión con explosivos y entraron para liberar a los reos.
Los rebeldes abrieron todas las celdas de la prisión de Owerri y pidieron a los reclusos irse a casa. Durante su incursión también dispararon y arrasaron con el cuartel general del Comando de Policía del estado de Imo, del que Owerri es capital, quemando sus instalaciones y la mayor parte de los vehículos que allí se encontraban.
Los atacantes irrumpieron en las instalaciones alrededor de las 02:15 hora local, según el Servicio Correccional de Nigeria.
La policía nigeriana señala al grupo separatista denominado pueblo indígena de biafra estar detrás del ataque, pero un portavoz del grupo negó su participación.
Nigeria enfrenta grave inseguridad
El movimiento secesionista en el sureste es uno de los varios desafíos de seguridad que enfrenta el presidente Muhammadu Buhari, incluido una insurgencia islamista que tiene más de una década en el noreste del país, una serie de secuestros escolares en el noroeste y piratería en el Golfo de Guinea.
Te puede interesar:
Portugal reabre museos, terrazas y escuelas tras 2 meses de cierre
Un portavoz del Servicio Correccional de Nigeria dijo que la prisión había sido atacada por hombres armados desconocidos y liberó por la fuerza a un total de mil 844 presos bajo custodia.
El portavoz externó que los atacantes utilizaron explosivos para volar la entrada de la prisión y entraron al patio donde pudieron liberar a los presos.
Las tensiones han aumentado en el sureste en los últimos meses a raíz de las acusaciones de que un ala paramilitar de la IPOB, conocida como Red de Seguridad del Este, ha estado involucrada en enfrentamientos con el ejército.
Varias comisarías de policía han sido atacadas en el sureste de Nigeria desde enero, con el robo de grandes cantidades de munición.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de los ataques.
