Los dueños del negocio K1 quisieron ponerse muy ad hoc con las fiestas de Halloween, pero nunca imaginaron que una pequeña broma les acabaría cerrando el changarro.
A las afueras del depósito que vende bebidas alcohólicas fue colocado un maniquí de zombie con la fotografía de la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, y disfrazado con un pantalón negro, blusa blanca y peluca tono güero.
Pero esto no le gustó al Ayuntamiento de Reynosa, por lo que cerró el lugar ubicado en Avenida Las Torres y Río Purificación en la colonia Revolución Obrera.
Usuarios de redes sociales lo bautizaron como el “Maki zombie”.