LA HABANA.- Cuba dijo el martes que duplicará la cifra de tierras ociosas que entrega en usufructo a los agricultores y extenderá la duración de su arrendamiento, en un esfuerzo por incrementar la estancada producción agrícola del país.
El Estado posee el 80 por ciento de la tierra y arrienda la mayor parte de ellas a los agricultores y cooperativas. El resto es propiedad de familias de granjeros privados y de sus cooperativas.
A pesar de la entrega en usufructo de pequeñas parcelas de tierra a unos 200.000 aspirantes a convertirse en agricultores privados en la última década, grandes extensiones de tierra permanecen sin cultivar.
Granma, el diario del Partido Comunista de Cuba, dijo el martes que las nuevas medidas apuntan a “la búsqueda de soluciones coherentes con las limitantes que hoy la frenan, y que han resultado en planteamientos de sus principales protagonistas”.
El expresidente Raúl Castro comenzó el arrendamiento de tierras ociosas en usufructo, a descentralizar la toma de decisiones y a introducir mecanismos de mercado en el sector hace una década.
En abril, Castro fue reemplazado en la presidencia del país por Miguel Díaz-Canel, pero continúa como jefe del gobernante Partido Comunista.
Cuba, con escasos recursos, importa más del 60 por ciento de los alimentos que consume a un costo de alrededor de 2.000 millones de dólares anuales, principalmente en la compra de arroz, maíz, soya y frijoles, así como leche en polvo y pollo.
Las nuevas regulaciones, publicadas en la Gaceta Oficial (www.gacetaoficial.gob.cu) sostienen que los agricultores por primera vez podrían arrendar 26,84 hectáreas de tierra, en comparación con las 13,42 hectáreas actuales, mientras que las cooperativas podrían hacerlo en una cantidad ilimitada.
Los arriendos se incrementarán de un periodo de 10 a 20 años con la opción de renovar los contratos y las cooperativas pueden hacer los arrendamientos de tierras en barbecho indefinidamente, en comparación con los 25 años establecidos en la actualidad.
El gobierno cubano suele culpar con frecuencia al mal tiempo, la falta de mano de obra y capital por el pésimo uso de la tierra y la producción, mientras que los críticos señalan que se debe a la escasa propiedad privada e inversión extranjera, a una infraestructura endeble y a una economía de estilo soviético.
Cuba, que busca reanimar un sector clave para la economía local, ha invertido decenas de millones de dólares en cultivos con el objetivo de reducir las importaciones anuales.
