Nueva York.- La actividad manufacturera de Estados Unidos se desaceleró en julio a su menor nivel en casi tres años y una medición de nuevos pedidos recibidos por las fábricas repuntó levemente, a medida que persisten los efectos negativos de una amarga guerra comercial entre Washington y Pekín.
Otros datos conocidos el jueves mostraron que el número de estadounidenses que solicitaron beneficios por desempleo subió la semana pasada, mientras que el gasto en construcción bajó en junio ya que la inversión en proyectos privados se hundió a su menor nivel en un año y medio.
El banco central redujo el miércoles las tasas de interés por primera vez desde 2008, como un seguro frente a los riesgos que plantean a la economía las tensiones comerciales y la ralentización del crecimiento mundial.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo a periodistas durante una conferencia de prensa que el alivio preventivo de la política monetaria “no era el comienzo de una larga serie de rebajas de tasas”. También apuntó que “la parte de inversión y manufactura de la economía más o menos no, no está creciendo mucho”.
El Instituto de gerencia y abastecimiento (ISM) dijo que su índice de actividad nacional en las fábricas bajó a 51,2 en julio, la menor lectura desde agosto de 2016, y frente al 51,7 en junio. Fue el cuarto mes seguido de declive en la cifra.
Una lectura sobre 50 indica expansión en el sector manufacturero, que representa alrededor del 12 por ciento de la economía estadounidense. Analistas encuestados por Reuters habían anticipado un alza a 52,0 para julio.
El ISM dijo que aunque las compañías expresaron una menor preocupación sobre la tensión arancelaria entre las dos mayores economías del mundo, “el comercio se mantiene como un problema significativo”.
La medición del sondeo del ISM sobre nuevos pedidos repuntó a 50,8 el mes pasado desde 50,0 en junio. Una lectura sobre empleo, en tanto, descendió a 51,7 desde 54,5 en junio.
Mientras, el Departamento del Trabajo dijo en un informe separado que las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo aumentaron en 8.000 a una cifra desestacionalizada de 215.000 en la semana finalizada el 27 de julio. Economistas esperaban un aumento a 214.000 en la última semana.
El mercado laboral se ha mantenido resistente pese a que la economía ha bajado una marcha en su ritmo, debido principalmente a que se desvanece el impulso de un paquete de recorte de impuestos por 1,5 billones de dólares del año pasado.
El promedio móvil a cuatro semanas, considerado una mejor medición de las tendencias del mercado laboral ya que elimina la volatilidad semanal, cayó en 1.750 a 211.500.
En otro informe, el Departamento del Comercio dijo el jueves que el gasto en construcción bajó un 1.3 por ciento en junio, el mayor declive desde noviembre pasado.
