NUEVA YORK.- Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense caían el lunes, en línea con la debilidad de las bolsas, ya que las preocupaciones comerciales y la tensión política en lugares como Hong Kong y Argentina respaldaba la demanda por activos considerados seguros.
El retorno del bono a 10 años declinaba a 1,684% desde 1,734% el viernes. Desde comienzos de año, el rendimiento del referencial ha perdido al menos 100 puntos básicos, camino a su mayor caída en ocho años.
El retorno del bono a 10 años declinaba a1,684% desde 1,734% el viernes. Desde comienzos de año, el rendimiento del referencial ha perdido al menos 100 puntos básicos, camino a su mayor caída en ocho años.
El rendimiento del papel a 30 años se ubicaba en 2,188%, por debajo del 2,247% del viernes. En el extremo corto de la curva, el retorno de la deuda a 2 años retrocedía a 1,593% desde 1,63% en la sesión anterior.
El sesgo del mercado “no tiene nada que ver con la economía de Estados Unidos. Políticamente en todo el mundo, las cosas se están poniendo débiles”, dijo Stan Shipley, estratega de Evercore ISI.
“Lo que pasó el fin de semana con las protestas de Hong Kong cambió los mercados de capitales. Luego Argentina, Italia, y ni siquiera hemos hablado de Brexit. Así que se ve esa búsqueda de seguridad”, agregó Shipley.
Las protestas en Hong Kong el fin de semana, derivadas de la oposición a un proyecto de ley que permitía la extradición al continente, paralizaron el aeropuerto de la ciudad, mientras quela derrota del presidente Mauricio Macri en las elecciones primarias en Argentina aumentó la ansiedad mundial.
También hay problemas políticos en Italia después de que el partido de la Liga presentó la semana pasada una moción de censura contra su propia coalición de gobierno. El jefe delpartido, Matteo Salvini, espera que la medida desencadene elecciones anticipadas y lo instale como el nuevo líder.
Asimismo, continúa la preocupación por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China. Hace una semana, China permitió que el yuan se debilitara más allá del nivel de 7 unidades por dólar por primera vez desde 2008, lo que llevó a Washington a calificar a Pekín de manipulador de divisas.
