Ciudad de México.- Este martes, los Certificados de la Tesorería (Cetes) registraron movimientos negativos, en donde la tasa líder a 28 retrocedió 0.10 puntos porcentuales, para situarse en 8.05 por ciento, informó el Banco de México (Banxico).
El instituto central expuso que en la subasta número 33 del año, el monto solicitado por el público inversionista para la tasa a 28 días fue de 18 mil 816.1 millones de pesos y el colocado por la autoridad fue de seis mil millones.
El instituto central expuso que en la subasta número 33 del año, el monto solicitado por el público inversionista para la tasa a 28 días fue de 18 mil 816.1 millones de pesos y el colocado por la autoridad fue de seis mil millones.
En que el documento a 91 días se ubicó en 8.04 por ciento, 0.05 puntos porcentuales menos en relación con la subasta anterior, en donde el monto solicitado fue de 28 mil 149.7 millones de pesos y el colocado de nueve mil millones.
Mientras que el papel a 182 días bajó 0.10 puntos porcentuales para colocarse en 7.97 por ciento, con un monto solicitado por el público inversionista de 44 mil 303.050 millones de pesos y el colocado de 12 mil 500 millones.
Por último, el instrumento a 364 días se situó en 7.78 por ciento con un retroceso de 0.26 puntos porcentuales en relación con la semana pasada, en donde el monto solicitado por el público inversionista fue de 32 mil 633.4 y el colocado de 13 mil 500 millones
De acuerdo con Bursamétrica, los Certificados de Tesorería, profundizaron sus disminuciones para acumular cinco semanas consecutivas con tendencia negativa, lo que podría anticipar un posible recorte en la tasa de referencia del Banco Central durante su reunión de política monetaria de esta semana.
Precisó que, la demanda por los valores de corto plazo fue superior a la de largo plazo, ante la incertidumbre en la relación comercial de las dos principales economías del mundo.
Lo anterior, dejando de lado las presiones en la paridad del peso mexicano frente al dólar estadounidense debido a la situación en Argentina y en Hong Kong que han restado atractivo por los activos de economías emergentes.
