SANTIAGO.- El Gobierno chileno mostró preocupación por un desplome de la moneda local el martes a un mínimo histórico, aunque el jefe del Banco Central afirmó que la situación fiscal del mayor productor mundial de cobre se mantiene “sólida”.
El mercado cambiario se vio sacudido por la incertidumbre ante una ola de protestas sociales que han convulsionado al país por más de tres semanas y el anuncio de un cambio constitucional, una de las demandas de los manifestantes.
El peso chileno cerró el martes con un retroceso del 2,9%, al mínimo de 781,20/781,50 unidades por dólar, pese a reducir fuertes pérdidas iniciales que lo derribaron más de un 5% y superar el techo sicológico de 800 unidades por dólar.
“Es una señal de inquietud que estamos siguiendo muy atentamente. Esto tiene un impacto en los precios, en la inflación”, dijo a periodistas el ministro de Hacienda, Ignacio Briones.
El funcionario, que llegó al cargo tras un cambio de gabinete presionado por las fuertes protestas, hizo un llamado para retomar la normalidad de las actividades en el país y evitar mayores daños a la economía, en una jornada en que manifestantes bloquearon vías y marcharon nuevamente por las calles de Santiago y otras ciudades.
“Las marchas pacíficas han pasado el mensaje y esos mensajes están teniendo eco en las medidas que tanto el Gobierno como la oposición han venido tomando”, opinó.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, dijo que pese a la fuerte caída de la moneda local, la situación fiscal permanece sólida.
