17 de agosto.- El gobierno colombiano busca una salida “salomónica” frente a la decisión del expresidente Juan Manuel Santos de reconocer a Palestina como Estado “Libre e Independiente”, cuatro días antes de dejar el poder el pasado 7 de agosto.
La decisión de Santos y su canciller María Ángela Holguín sorprendieron al nuevo gobierno de Iván Duque, a la comunidad internacional y en particular a dos aliados importantes de Colombia en materia militar y comercial: Estados Unidos e Israel.
Colombia era, hasta ese momento, el único país de Sudamérica que faltaba para tomar la decisión de reconocer el Estado de Palestina, y el cuarto del continente después de Estados Unidos, Canadá y México.
La decisión del gobierno de Santos se conoció un día antes de la toma de posesión de Duque, gracias a una comunicación que divulgó la embajada de Palestina en Bogotá, lo que generó una reacción inmediata de Israel, que exigió a Colombia dar marcha atrás a la medida.
Lo primero que hizo el nuevo canciller Carlos Holmes Trujillo fue descalificar la forma como el anterior gobierno tomó la decisión y anunció una revisión a fondo de acuerdo a los parámetros internacionales.
Ahora el nuevo gobierno tendrá que decidir entre mantener la decisión, como pidió la embajada de Palestina en Bogotá y los sectores políticos de izquierda e independientes en el Congreso, o retirar la resolución, que ya se encuentra en las Naciones Unidas.