El papa Francisco expresó el domingo su pesar por los recientes naufragios en el Mediterráneo en los que 170 migrantes perdieron la vida. Uno de los sucesos ocurrió en las costas frente a Libia el 18 de enero cuando 117 migrantes fallecieron o resultaron desaparecidos, según la agencia de refugiados de la ONU.
En el otro, unos días antes el Mediterráneo occidental, 53 migrantes murieron. En su discurso en la Plaza San Pedro, el pontífice dijo que los que se ahogaron solo buscaban una mejor vida y eran “quizás víctimas de traficantes”.
Declaró el papa: “Oremos por ellos y por aquellos que tienen la responsabilidad de lo sucedido”.
Dos naciones mediterráneas, Italia y Malta, han tomado medidas contra grupos privados que mandan embarcaciones a rescatar migrantes que están en endebles balsas usadas por traficantes.
“Sigo rezando por el camino a a la paz en Colombia”
El papa también oró por la paz en Colombia el domingo tras el ataque con coche bomba la semana pasada contra una academia de policía de la capital, Bogotá.
El pontífice dijo a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro que quería hacerle llegar al pueblo colombiano su cercanía tras el “grave ataque terrorista” del 17 de enero que se cobró 21 vidas.
Francisco señaló que rezaba por las víctimas y sus familias, “y sigo rezando por el camino a la paz en Colombia”, agregó.
El ataque fue el más letal registrado en la nación sudamericana en 15 años. Según las autoridades, un experto en explosivos manco del último grupo rebelde del país _ el Ejército de Liberación Nacional o ELN _ perpetró el atentado que causó además 70 heridos.
