21 de abril.- Tras el lamentable incendio de la Catedral de Notre Dame, algunos analistas auguraban que podría producirse un espíritu de unión en Francia; país dividido por múltiples inconformidades con el actual gobierno de Emmanuel Macron.
Sin embargo, nada parece salirle bien al mandatario francés, pues diversos sindicatos como CGT, FO, Solidaires, UNEF, UNL y UNL-SD, se han unido a las protestas de los “chalecos amarillos”.
Las manifestaciones exigen reformas sociales en materia de educación pública, una verdadera igualdad de género, políticas ambientales y condena la subida de precios.
Pero con el tiempo, las exigencias han escalado a tal grado de exigir la renuncia del presidente Emmanuel Macron, quien se prepara para dar un gran discurso nacional para responder a un país que exige su dimisión.