Panamá.- El Papa Francisco inició las actividades tras su tercer día en suelo panameño. El Papa se reunió con un grupo de jóvenes, que se encuentran detenidos en un centro de reclusión para menores. El Papa conversó con uno de ellos, lo confesó y hasta intercambió regalos con él.
Posteriormente, el Papa realizó una liturgia penitencial con los detenidos, luego de un acto cultural en donde Francisco escuchó de primera mano los testimonios de todos estos jóvenes.
Francisco también acudió a otra visita. Llegó de imprevisto a una escuela para niñas, que está ubicada justamente cerca de la nunciatura apostólica. En el lugar, sorprendió a las religiosas, quienes estaban en medio de una eucaristía.