Harare, Zimbabue.- El Tribunal Constitucional de Zimbabue confirmó la victoria del presidente Emmerson Mnangagwa en las elecciones del mes pasado y desestimó la solicitud de impugnación del líder de la oposición Nelson Chamisa, para que fuesen anulados los resultados de los comicios.
Sentado con otros ocho jueces, el presidente del tribunal supremo, Luke Malaba, afirmó que “la solicitud se desestima con los costos. En términos de la Sección 93 de la Constitución, Emmerson Mnangagwa es debidamente declarado ganador de las elecciones presidenciales celebradas el 30 de julio de 2018”.
Una vez que Malaba, quien dijo que se emitirá un fallo completo sobre el proceso a su debido tiempo, confirmó la victoria de Mnangagwa, se espera que éste preste juramento el próximo domingo de conformidad con la Constitución del país, que exige tenga lugar dentro de las 48 horas posteriores al fallo.
La Comisión Electoral de Zimbabwe declaró que Mnangagwa, de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) ganó con 50.67 por ciento de los votos, mientras que su rival Chamisa, de la alianza Movimiento por el Cambio Democrático (MCD) obtuvo 44.3 por ciento.
La Constitución zimbabwense especifica que para que un candidato presidencial obtenga un mandato para formar un gobierno, él o ella debe obtener al menos el 50 por ciento más uno de los votos.
Chamisa había argumentado en su solicitud que Mnangagwa se coludió con la comisión electoral para manipular las elecciones a través del personal de las papeletas, la compra de votos y la manipulación de los resultados. Además, el candidato opositor alegó que a por lo menos 40 mil trabajadores del gobierno que fueron asignados a la comisión electoral durante la votación se les negó la oportunidad de sufragar.
Sin embargo, el banco de nueve miembros del tribunal, encabezado por el presidente Malaba, falló unánimemente en contra de Chamisa citando falta de pruebas, de acuerdo con reportes del periódico local The Independent. También desestimó la queja de Chamisa de que se habían establecido centros de votación fantasmas en todo el país con el objetivo de manipular la votación, diciendo que la afirmación generalizada “carecía de claridad y especificidad”.
“El tribunal considera que el solicitante no ha presentado pruebas claras, directas y suficientes y creíbles de que existieron materialmente las irregularidades que supuestamente estropearon el proceso electoral. En otras palabras, no hubo prueba de esto”, sostuvo Malaba.
Dijo que es “un principio internacionalmente aceptado que una elección no se anule fácilmente; simplemente sobre la base de irregularidades. Hay una presunción de validez de una elección porque siempre que se conduzca en términos de las leyes, habría reflejado la voluntad del pueblo”.
