Ottawa, 9 Abr (Notimex).- El gobierno canadiense levantó este jueves la suspensión de exportaciones de armas a Arabia Saudita gracias a las renegociaciones de contratos multimillonarios entre empresas de ambos países, lo cual favorecerá la creación de empleos.
El nuevo acuerdo permitirá a una compañía de Ontario vender vehículos blindados ligeros a empresas en Riad, principal centro de negocios de Arabia Saudita, según expresó el comunicado de la oficina de Asuntos Externos del gobierno de Canadá.
El ministro de Relaciones Exteriores canadiense, Francois-Philippe Champagne, y el ministro de Finanzas, Bill Morneau, destacaron que las mejoras en el contrato con Arabia Saudita garantizan empleo para miles de canadienses en toda la cadena de suministro de la industria de defensa que incluye a pequeñas y medianas empresas.
Las negociaciones entre ambos países comenzaron en 2014, cuando se firmó un contrato para la venta de dicho armamento fabricado en la industria canadiense. No obstante, dicho acuerdo se regía exclusivamente por la ley saudita y su sistema judicial.
Debido a ello, el gobierno no podía intervenir en las condiciones del intercambio, las cuales únicamente estaban a cargo de la Corporación Comercial Canadiense, pero a partir de este año, se logró el restablecimiento de condiciones donde el gobierno de Canadá podrá acceder a más información, destaca el comunicado.
“Podemos confirmar que la cancelación de este contrato de 14 mil millones, o incluso la mera divulgación de cualquiera de sus términos, podría haber resultado en miles de millones de dólares en daños para el Gobierno de Canadá, con posibles daños por el valor total del contrato”, informó la dependencia.
Entre los logros del nuevo acuerdo destaca la eliminación del riesgo financiero para los trabajadores, en caso de que se eliminen permisos de exportación o se impongan infracciones con respecto de los permisos de uso de este armamento en Arabia Saudita.
El gobierno de Canadá también anunció la conformación de un panel asesor de expertos para examinar las mejores prácticas en cuanto a las exportaciones de armas por parte de los Estados miembros del Tratado de Comercio de Armas de las Naciones Unidas (ATT, por sus siglas en inglés).
El contrato multimillonario se encontraba detenido al no contar con transparencia suficiente por parte del gobierno saudí para conocer los fines para los que se utilizarían los vehículos solicitados, los cuales, de acuerdo con la ley canadiense, no podían exportarse si existía riesgo sustancial de su uso para violar derechos humanos.
