Si de turismo se tiene que hablar Tailandia es un gran ejemplo de belleza, viaje y sobre todo naturaleza, ya que cada uno de sus santuarios de elefantes ofrece diversas experiencias turísticas.
En el caso del santuario The mahouts en Kanchanaburi el dinero es cada vez menos para comprar su alimento y cuidarlos como se debe, a causa de que la emergencia sanitaria por el Covid-19 ha puesto restricciones al turismo y por ende la entra de dinero de los turistas que pagan entre 30 a 150 dólares para subirse a ellos o alimentarlos.
Por lo anterior, los cuidadores deben ir a un lago cercano para recolectar forraje en vez de fruta que acostumbran comer estos animales.
Este lugar recibe en promedio a 100 turistas por día, sobre todo de Rusia y Europa, lo que equivale al mes a más de 30 mil dólares que permiten mantener sanos a los elefantes y pagar el sueldo del personal.
“Me ha estresado hasta el punto de que no puedo dormir, no sé qué hacer”, cuenta el propietario del santuario Dumrong Longsakul.
Y agrega que no puede despedir al personal y mucho menos soltar a los animales porque no podrían valerse por sí mismos en la naturaleza y necesitan mahouts para cuidarlos.
El lugar es uno de los muchos santuarios de animales que dependen de los millones de turistas que visitan Tailandia de todo el mundo cada año, y en total se estima que hay 2.000 elefantes involucrados en la industria del turismo.
Somkit Methachotikul, un mahout de 29 años que recibe un salario mensual de 7.500 baht ($228), dice que estaba preocupado por el bienestar de su familia y los elefantes. “Los elefantes son como los miembros de nuestra familia. Si comen bien, duermen bien, eso me hace feliz”.
Tailandia se encuentra en estado de emergencia por el nuevo virus con más de 2 mil 200 casos.
