La temporada de lluvias en Sinaloa trae consigo una visita que no resulta muy agradable para sus habitantes, se trata de una plaga de bichos, conocidos como miones, los cuales abundan sobre todo en el municipio de San Ignacio.
Estos pequeños escarabajos de cementerio se caracterizan por tener, en la parte final de su cuerpo, una glándula pestilente de la que desprenden un líquido con mal olor, que al entrar en contacto con el cuerpo humano, provoca una ampolla.
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De acuerdo con un medio local, el ayuntamiento decidió no encender todas las luminarias de la demarcación para evitar que los bichos miones se acumulen, como ocurre año tras año, ya que la luz parece atraerlos.
Al oscurecer empiezan a salir y buscan la luz de las lámparas, y en la noche, ya que va a amanecer, buscan la oscuridad para dormir y se meten a las casas, por debajo de las puertas, tienen una facilidad increíble para meterse.
Debido a que esta plaga se presenta sin falta todos los años, las autoridades locales también han pedido apoyo al Comité de Sanidad Vegetal de Sinaloa (CESAVESIN), para que aplique algún producto que acabe con los bichos miones; sin embargo, no han obtenido una respuesta.
Los habitantes de este municipio sinaloense encuentran un poco de calma cuando hay lluvias fuertes, ya que los bichos se ahogan. No obstante, cuando deja de llover reaparecen, ocultándose en las plantas y los árboles.
Cuando no es temporada de lluvias, la plaga de miones se termina, puesto que estos insectos se esconden debajo de la tierra, donde pueden causar daños a los cultivos cuando se agrupan en gran número.
Ausencia de depredadores naturales favorece presencia de la plaga
Jorge Guillermo Sánchez Zazueta, director de la escuela de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, explicó que esta plaga se presenta cada año, pero su aumento se debe a que hay un desequilibrio ecológico, ya que hay menos murciélagos y tlacuaches que se alimentan con estos miones.
Otro factor, según el especialista, es la depredación forestal, ya que al haber menos árboles, los pájaros se van a otras regiones de Sinaloa y no se comen los bichos, que terminan en las casas de los sanignacenses.
Por ese motivo, las personas tratan de cerrar bien las puertas y ventanas, además de tapar cualquier orificio, ya que a nadie le gusta tener contacto con estos bichos porque su orina produce un ardor y dolor muy fuerte en la zona donde estuvo el animal.
Medios locales señalan que hasta ahora no existe ningún remedio para terminar con esta plaga de miones ni para combatir las ampollas que el bicho deja en la piel, por lo que es recomendable que no se toque la zona afectada para que seque de manera natural.
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