En la colonia Independencia de la ciudad de Monterrey, en Nuevo León, proliferan postes de luz que ya resultan viejos y, sobre todo, representan un peligro para los peatones, quienes tienen temor de que alguno pueda caer sobre ellos .
Por ejemplo, en las calles de Morelia y 2 de Abril, se encuentra uno de los postes más dañados y con el que Pepito, un niño de ocho años se encuentra en su camino a la escuela.
Resulta que para que no se caiga este poste de luz, un vecino tuvo que amarrar la parte alta del madero a una barda con una cuerda, así lo detiene y evita que caiga sobre la acera, la banqueta, el arroyo vehicular o sobre algún peatón.
Casi se cae el poste en Monterrey, vecino lo amarra a barda
Está tan viejo este poste, que incluso la madera se sigue desprendiendo por el deterioro que presenta.
Pepito tiene miedo que el poste viejo mate a alguien
Pepito, tiene ocho años, es uno de los niños que vive en esta colonia y pasa todos los días por la zona, advierte que tarde o temprano podría ocurrir una desgracia.
“De que el poste se quiere caer y lo tienen amarrado con una soga -¿tienes miedo?- Sí,, porque se puede caer en un momento inesperado”, dice el pequeño acongojado.
En un recorrido realizado por Fuerza Informativa Azteca por esta colonia se pudo constatar que la base del poste se sigue deteriorando, incluso los colonos le han puesto cadenas para detenerlo.
Los vecinos se quejan: “Es la inseguridad de ellos, de repente se les llegue a caer o algo por alguno movimiento”.
Los postes deteriorados como el que fue denunciado por Pepito, es parte de una situación que preocupa mucho a los padres de familia ya que muchos niños que van a la escuela caminan por esa área.
“Una muerte los niños, ellos no saben, han pasado muchos accidentes, ojalá que pudieran cambiar los postes porque ya están muy viejos”, piden los colonos de la ciudad de Monterrey.
Y mientras las autoridades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se animan a resolver esta problemática que no es exclusiva de esta colonia, los vecinos seguirán desafiando el peligro y realizando este tipo de “mexicanadas” o soluciones improvisadas para que los postes no se vengan abajo.
