Luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) abordó el tema de la muerte de Ernestina Ascencio y ha sostenido que el Estado mexicano respalda la tesis del gobierno de Felipe Calderón de que la mujer murió por una gastritis mal tratada, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el caso se revisará y que no habrá “carpetazo”.
La familia de la mujer indígena nahua ha rechazado la versión del gobierno mexicano que descarta la responsabilidad de miembros del Ejército mexicano en la muerte de la indígena, ocurrida en febrero de 2007.
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En una primera autopsia realizada en febrero de 2007, se concluyó que Ernestina Ascencio, de 73 años de edad, había sido víctima de violación sexual por parte de elementos del Ejército mexicano. La mujer fue encontrada en un paraje del municipio de Soledad Atzompa, en el estado de Veracruz, en la sierra de Zongolica, todavía con vida.
El caso fue un escándalo a nivel nacional en México en 2007, ya que la muerte de la anciana nahua Ernestina Ascensio ocurrió en circunstancias poco claras en las que -de acuerdo con su familia- ella misma acusó a los soldados de su agresión, minutos antes de morir.
Sobre este caso, el presidente López Obrador indicó que solicitará a la secretaría de Gobernación, Olga Sáchez Cordero, y al subsecretario Alejandro Encinas que den un informe sobre este caso.
“Es un hecho que sucedió en el gobierno de Felipe Calderón en la sierra de Zongolica, en Veracruz, lo tengo presente. Una ancina que fue víctima de un atropello, de un abuso, entonces hay que ver el expediente”, dijo esta mañana el jefe del Ejecutivo.
Y aseguró que su gobierno no pretende cerrar expedientes, pues uno de los objetivos de su gobierno es hacer justicia.
Nosotros no tenemos ningún interés en cerrar expedientes, en dar carpetazos a los asuntos, lo mejor cuando hay dudas de la impartición de justicia es ventilar los casos independientemente de los términos legales, lo mejor es convencer y argumentar... hacer justicia
Insistió en que aunque haya vencido el término legal, no se puede decir que no hay nada qué hacer.
No porque ya venció el término, ya prescribió, ya no hay nada que hacer. No, buscar la forma para que los familiares de las víctimas queden satisfechos o sean atendidos como se merecen, esa es nuestra política en todos los casos
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