El proyecto solar más grande de los Estados Unidos hasta la fecha recibió la aprobación final del Departamento del Interior, despejando el camino para que la matriz de mil millones de dólares y 690 megavatios se inicie en tierras federales en el desierto de Mojave, en Nevada.
Se espera que el proyecto, que incluye el almacenamiento de la batería, produzca suficiente electricidad para alimentar 260 mil hogares y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero de aproximadamente 83 mil automóviles anualmente.
La construcción de la matriz Gemini Solar podría comenzar este año y concluiría en 2022 o 2023; la primera fase del proyecto cubrirá 11 millas cuadradas en el desierto de Mojave, a unas 30 millas al noreste de Las Vegas.
Algunos grupos ambientalistas han luchado contra el proyecto de energías renovables, argumentando que destruirá miles de hectáreas de hábitat para la tortuga del desierto, así como otras especies raras de plantas y animales, incluidos zorros kit, plantas de astrágalo y madrigueras de búhos.
“La energía solar puede ser algo increíblemente bueno, pero si la coloca en una ubicación incorrecta puede ser lo peor del mundo para el medio ambiente”, señaló Kevin Emmerich, director del grupo ambiental Basin and Range Watch, opositor a la central solar.
El plan se había retrasado anteriormente por la preocupación de que impactaría una ruta de transporte histórica para los primeros pobladores del oeste americano.
Casey Hammond, subsecretaria adjunta para Gestión de Tierras y Minerales en el Departamento del Interior, declaró que el Proyecto Gemini Solar “creará empleos y crecimiento económico en un momento en que muchos estadunidenses luchan con el impacto de la COVID-19”.
Se estima que el proyecto generará 713 millones de dólares en actividad económica y empleará a 2 mil personas durante su construcción; una vez construido, empleará a 19 trabajadores a tiempo completo. Se espera que la energía abastezca hogares en Nevada o se exporte a Arizona y California.
