El cubrebocas filtrante, el legado más importante del Dr. Wu.
La imagen que envuelve el contorno del logotipo multicolor del buscador de Google rinde homenaje a un hombre asiático.
En el dibujo aparece el personaje con una bata blanca; en un primer momento se le ve fabricando cubrebocas y luego, repartiéndolos. Es el epidemiólogo chino-malayo, Dr. Wu Lien-teh.
Ha pasado un siglo desde que la innovadora investigación del médico estableció los primeros planos para el control de brotes de enfermedades mortales, trabajo por el que recibió una nominación al Premio Nobel de Medicina, pero su vida y legado continúan siendo importantes. Y es que las pautas de salud pública se han vuelto imprescindibles.
“Al crecer, mis hermanos y yo escuchamos historias sobre nuestro bisabuelo, el luchador contra las plagas. Era nuestro héroe”.
-Ling Woo Liu, bisnieto de Wu Lien-teh.
Hoy el gigante asiático honra a Wu Lien-teh en el 142 aniversario de su nacimiento por el trabajo pionero que realizó para combatir el brote de la peste neumónica en 1910, una pandemia que mató al 99,9% de sus víctimas. El Dr. Wu estableció muchos de los procedimientos básicos de salud pública y así, salvó millones de vidas. Su método innovador se ha utilizado en todo el mundo para combatir las pandemias desde entonces, incluido el actual, Covid-19.
Uno de sus legados más importantes es el cubrebocas. Y es que en 1910, Wu realizó una autopsia post-mortem y descubrió algo que la ciencia médica en ese momento no creía: la peste neumónica se transmitía por vía aérea. Fue entonces cuando aconsejó al gobierno que estableciera la esterilización de superficies y equipos y órdenes de distanciamiento social para minimizar la exposición y la propagación.
Después, Wu trabajó en el desarrollo de un dispositivo de protección personal simple y eficaz para los médicos y otros trabajadores esenciales que no podían evitar el contacto directo con personas infectadas. Así que agregó capas de gasa y tela que filtran el aire a los cubrebocas quirúrgicos, que interceptarían y absorberían microgotas en el aire cargadas de patógenos antes de que fueran inhaladas, convirtiendo al tapabocas en una defensa contra enfermedades.
Con el tiempo, su invento evolucionó hasta convertirse en el cubrebocas N95, el equipo de protección personal más utilizado por los profesionales de la salud para prevenir infecciones transmitidas por el aire.
“Esperamos que su historia y las prácticas de salud pública que introdujo ayuden a salvar vidas hoy y en el futuro”.
-Ling Woo Liu, bisnieto de Wu Lien-teh.
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