Desde inicios del años 2000 se alertaba sobre la desaparición de los glaciares en los volcanes del Popocatépetl, el Citlaltépetl y el Iztaccíhuatl en México, como consecuencia del calentamiento global.
Ya que de acuerdo con cifras oficiales, en 1958 se calculaba que la dimensión de la superficie glacial era de 982 mil 11 metros cuadrados, el equivalente a 12 veces el Estadio Azteca; para el 2000, se redujo a 255 mil 310 metros cuadrados, el equivalente a 3 veces el Estadio Azteca.
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Sin embargo, recientemente el hallazgo de agua con antigüedad de hasta 35 mil años en Valle de Puebla, realizada por científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), podría deberse a una infiltración subterránea que coincide con los últimos episodios glaciares e interglaciares.
¿Qué es un glaciar?
Aunque la imagen del hielo es poco común en climas como en México, las condiciones de los volcanes como el Popocatépetl, el Citlaltépetl y el Iztaccíhuatl son idóneas para su formación.
Los glaciares son en sí masas de hielos, que para crecer necesitan de condiciones climáticas favorables, suficiente precipitación y temperaturas bajas.
Los glaciares son indicadores de variaciones climáticas tanto a nivel local como regional, ya que a través de ellos los científicos pueden reconocer patrones de cambios, además de la influencia de la actividad volcánica en su formación.
¿Cuántos glaciares hay en México?
Los glaciares de México pertenecen al “tipo montaña” y se localizan en estratovolcanes, es decir, en medio de las capas que conforman los volcanes.
En el Popocatépetl, de acuerdo a datos del Inventario de Glaciares Mexicanos del año 2000, los glaciares habían disminuido y sólo permanecían el Ventorrillo y el Noroccidental cubriendo una superficie de 0.276 kilómetros cuadrados.
De acuerdo con estudios, los glaciares se habrían extinguido por el nuevo periodo eruptivo que se registró en 1994, además del cambio climático y la cercanía de las zonas urbanas.
¿Por qué son importantes los glaciares?
Los glaciares constituyen la reserva más grande de agua dulce congelada del planeta. En algunos países el agua de estos glaciares nutre áreas desérticas, pero en donde existen humedales, se vuelven cuerpos de agua que sirven a especias nativas migratorias.
Sin embargo, cuando éstos se retraen y arrastran arena o pequeñas rocas cambian su morfología y permiten la infiltración de agua al subsuelo.
En el caso de México, que son muy raros, son fenómenos particularmente bellos; incluso, han llegado a ser comparados con el Monte Fuji, en Japón.
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