El gobernador de La Habana dio luz verde el miércoles a una flexibilización de las medidas restrictivas en la capital, que incluyen el levantamiento de un toque de queda nocturno impuesto el 1 de septiembre y el retorno a la movilidad de personas y autos, en busca de controlar la pandemia del coronavirus.
Reinaldo García Zapata dijo que los casos confirmados con el virus se habían reducido en los últimos siete días a un promedio de menos de 21 por día.
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En un programa de televisión, el funcionario sostuvo que la nueva etapa de apertura es considerada “un reto”, pues la enfermedad ha mantenido en jaque a la ciudad de 2.2 millones de habitantes durante agosto y parte de septiembre.
“Se ha mantenido la responsabilidad, la disciplina y hay una tendencia al decrecimiento y la estabilidad epidemiológica”, dijo al anunciar el restablecimiento del transporte público, apertura de playas y de piscinas con limitaciones en su capacidad, aunque se mantendrá el uso obligatorio de máscaras y el distanciamiento físico.
Restablecer las actividades comerciales, los servicios estatales y privados, utilizando el 50% de las capacidades,
— Gobierno La Habana (@gobhabana) September 30, 2020
❌Exceptuando lo relacionado con:
Bares,Discotecas,Fiestas Públicas,Fiestas Privadas que por la concentración de personas no garanticen el distanciamiento físico
Entre las prohibiciones permanecen el transporte interprovincias, así como las entradas y salidas de personas de La Habana. Las tiendas y mercados podrán abrir por la mañana y por la tarde, pero los bares y discotecas seguirán cerrados.
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El gobernador dijo que el curso escolar para La Habana se reanudará el 2 de noviembre, en tanto los aeropuertos se mantienen cerrados.
La isla caribeña ha reportado hasta el miércoles 5 mil 597 casos diagnosticados con la enfermedad, de los cuales 442 son importados, y 122 fallecidos desde marzo último.
La pandemia ha agudizado la escasez de alimentos y medicamentos en Cuba, provocando grandes filas en las tiendas, mientras que la ausencia de turismo, una fuerte fuente de ingreso en dólares, más el reforzamiento de sanciones de Estados Unidos, han empeorado mucho más la frágil economía del país.