Una rara tormenta de verano trajo un rayo que provocó varios pequeños incendios en el norte de California este domingo y avivó un enorme incendio forestal que ha obligado a cientos de personas a abandonar sus hogares al norte de Los Ángeles.
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Más de 4 mil 500 edificios seguían amenazados por el incendio forestal, que ardía hacia la maleza espesa y seca en el Bosque Nacional Ángeles. Los bomberos que ya luchan contra el incendio en un terreno escarpado y accidentado con un calor abrasador se enfrentaron a más obstáculos el sábado cuando cientos de rayos y vientos de hasta 24 kilómetros por hora empujaron las llamas cuesta arriba.
Jake Miller, el portavoz de bomberos dijo que establecieron una línea de contención en la parte superior de las colinas para que el fuego no se desbordara al otro lado y evitar que se extendiera, pero obviamente fue difícil dado el viento errático y algunas otras condiciones.
El incendio del lago estaba contenido sólo en un 12 por ciento a partir del domingo por la mañana y ha quemado casi 72 kilómetros cuadrados de arbustos y árboles. Los bomberos dijeron que 33 edificios habían sido destruidos, incluidas al menos una docena de casas.
Se esperaba que las temperaturas llegaran a mediados de los 90 a 100 grados, dijo Miller, una ligera caída desde el sábado cuando el termómetro alcanzó los 111 grados (44 grados Celsius) el sábado en el campamento base de los bomberos. Tormentas y ráfagas de viento podrían regresar al final de la tarde.
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El incendio ha quemado al menos 80 kilómetros cuadrados y ha provocado órdenes de evacuación para porciones escasamente pobladas de Plumas, Lassen y Sierra County, dijo el portavoz del Bosque Nacional Tahoe, Joe Flannery.
