Después de estar restringidos por el coronavirus, algunos países como Japón volvieron gradualmente a la normalidad. Los lugares públicos han establecido estándares de higiene que son responsables con sus negocios, y algunos de ellos son más controvertidos que otros.
Te puede interesar:
Donald Trump amenaza “cortar financiamiento” de escuelas en EU si no reabren
La Asociación de Parques de Atracciones de Japón emitió un comunicado pidiendo a los participantes que usen máscaras y que no griten en la montaña rusa para evitar la propagación del covid-19.
Japón fue gravemente afectado por la pandemia, terminando aislado el país entre abril y mayo. El parque de atracciones ya está abierto y se han emitido normas de higiene.
El Wall Street Journal nos mostró el aspecto más sorprendente: pedirle a los turistas que no griten en las montañas rusas y otros lugares peligrosos para evitar propagar el virus.
Para demostrar que esto es posible, el CEO de Fuji -Q Highland, uno de los parques de atracciones más populares de Japón, al lado de otro de los grandes ejecutivos, subieron al juego mecánico en el que comprobaron que es posible no gritar.
Es difícil saber por sus caras si están disfrutando de la montaña rusa o estaban esperando el momento de poder bajarse. Al finalizar el video, lanzan un comentario en el que invitan a los aventureros a gritar todo lo que puedan y quieran, pero en el corazón.
Los japoneses disciplinados pueden no gritar fácilmente en la montaña rusa, pero muchos visitantes del parque ya han protestado porque creen que las medidas son excesivas y contradictorias.
Consideran que la norma es absurda, pues al usar la mascarilla, ésta evitaría que las partículas de saliva salgan, entonces ¿por qué no se podrá gritar?
Además, para los ejecutivos de parques de atracciones que ciertamente han estado montando una montaña rusa muchas veces, es fácil suprimir las emociones. Pero ¿qué pasa con aquellos que viajan por primera vez sin saber qué esperar?, ¿cómo se suprime el comportamiento reflexivo como gritar?
Como explicó al periódico neoyorquino Yuuki Suzuki, los fanáticos de las montañas rusas pasaron 12 horas recargando el sitio web de Disneyland de Tokio para hacer reservaciones post-cuarentena, también se abrieron otros parques en Hong Kong, Shanghái o Florida, y nadie prohíbe gritar.
También te puede interesar:
Las fiestas de San Fermín se festejan en Pamplona sin toros y con cubrebocas
La Asociación de Parques de Diversiones trata de suavizar esta controvertida medida para garantizar que nadie sea castigado por si se le llega a escapar un grito al descender directamente a una velocidad de 100 kilómetros por hora.
