Cd. de México.- Quién o quiénes perpetraron los asesinatos del juez federal Uriel Villegas Ortiz y su esposa Verónica Barajas, no tuvieron obstáculo alguno para ingresar a su domicilio pues no tenían escolta, dado habían renunciado a la protección personal desde hace más de un año, confirmaron fuentes oficiales del Consejo de la Judicatura Federal.
Uriel Villegas, en su calidad de Juez Noveno de Distrito en Materia de Amparo Penal con residencia en Puente Grande, Jalisco, rechazó en febrero 2019 la seguridad que el Poder Judicial de la Federación le asigna habitualmente a los funcionarios judiciales que son susceptibles de alguna agresión.
Por protocolo el Consejo de la Judicatura Federal lo exhortó a reconsiderar su decisión en razón del cargo y la entidad a la que estaba asignado; sin embargo la renuncia a las escolta fue ratificada por el propio juez en marzo siguiente, según refieren las fuentes oficiales consultadas.
El encargo como Juez de Amparo en la sede de Puente Grande, donde se ubica el Penal de Máxima Seguridad, duró hasta febrero de 2020; es decir que ya llevaba casi año y medio sin escolta personal porque su designación a Colima vino inmediatamente cuando abandonó Jalisco.
Previo a este encargo, fue asignado como titular del Juzgado Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales de Jalisco, lo cual representó su primera asignación como impartidor porque su nombramiento lo recibió en marzo de 2017.
En ésta primera tarea como juez se hizo cargo de un proceso de Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo del líder del Cartel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
Durante el desahogo del mismo ordenó a la Comisión Nacional de Seguridad trasladar al Menchito del Penal Federal de Oaxaca al de Puente Grande; y después de una corta temporada fue a una prisión de Chiapas y después a Sonora, donde fue entregado en extradición a Estados Unidos.
