La astronauta de la NASA, Kate Rubins, votará en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos mientras flota en el espacio a unos 400 kilómetros sobre la Tierra. Sin embargo, ésta no sería la primera vez que la mujer emite su voto de esta manera.
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Aunque Rubins emprendió su vuelo a la Estación Espacial Internacional este miércoles 14 de octubre, unas semanas antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 3 de noviembre, aún podrá votar. Kate votó en el espacio antes, al igual que otros astronautas de la NASA.
Rubins comentó que cree que es muy importante que todos voten, e incluso ha mencionado que, si algunos pueden hacerlo desde el espacio, supone que la gente también puede hacerlo desde el suelo.
Votar desde el espacio es distinto a como se hace en la Tierra, pero sin ningún grado de dificultad; en lugar de enviar su boleta por correo, Rubins recibirá una boleta electrónica segura y la enviará de regreso a Mission Control, que pasará la boleta completa al secretario del condado.
Kate Rubins cree que es fundamental participar en su democracia, para ella es un honor poderlo hacer desde el espacio.
Además de estar en el espacio durante las elecciones, la estadía de Rubins a bordo de la estación espacial coincidirá con el vigésimo aniversario de la presencia humana continua en el laboratorio en órbita.
Ella también estará en el espacio para recibir a la tripulación de la misión Crew-1 de SpaceX, que se lanzará a la estación el próximo 23 de octubre desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA y que será el primer vuelo completo del vehículo comercial.
Rubins se lanzó con los cosmonautas rusos Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov en una nave espacial Soyuz desde Baikonur, en Kazajstán.
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Durante su próxima misión, Rubins, quien fue la primera persona en secuenciar el ADN en el espacio, participará en una variedad de investigaciones sobre la estación espacial, incluido un experimento cardiovascular y trabajará con el Cold Atom Lab, un instrumento en la estación espacial que crea un entorno de microgravedad extremadamente frío que los astronautas utilizan para estudiar el comportamiento de los átomos.
