El fabricante de motores británico Rolls-Royce dijo que tendría que despedir al menos a 9.000 de sus 52.000 empleados para ahorrar 1.300 millones de libras (1.590 millones de dólares) como parte de sus esfuerzos para superar la crisis de los viajes aéreos causada por la pandemia.
Rolls-Royce, que suministra motores para grandes aviones como el Boeing 787 y el Airbus A350, dijo que la pérdida de puestos de trabajo afectaría predominantemente a su negocio aeroespacial civil, además de sus funciones centrales de apoyo.
La pérdida de puestos de trabajo le ayudaría a ahorrar 1.300 millones de libras (1.590 millones de dólares) al año, con unos costes de reestructuración en efectivo de unos 800 millones de libras. La compañía dijo que también recortaría costes en plantas, inmuebles y otras áreas.
El transporte aéreo ha caído desde marzo debido a las restricciones en los desplazamientos relacionados con la pandemia de coronavirus.
Las aerolíneas han dejado en tierra a sus naves y puede que no necesiten tantos aviones nuevos en el futuro, lo que perjudica a Rolls-Royce, que obtiene ingresos por el número de horas que vuelan sus motores.
La sede de Rolls-Royce está en Derby, Inglaterra, y cerca de dos tercios de sus empleos en la industria aeroespacial civil están en el Reino Unido.
La empresa va a iniciar consultas con los sindicatos, según dijo la compañía en un comunicado hecho público el miércoles.
