Medusa ha sido retratada de una forma distinta a la que conocíamos, dejando de lado la escultura en la que Perseo sostenía la cabeza del “monstruo ctónico femenino” como trofeo, el de la mujer que en la mitología griega había sido violada por Dioses.
Te puede interesar:
Keith Alan Raniere, líder de la secta NXIVM solicita nuevo juicio
Sin embargo, Luciano Garbati, un escultor originario de Argentina, quiso darle un giro a esta obra de arte con un nuevo significado en el que los papeles son invertidos y, ahora, es la mujer de cabeza de serpientes quien camina con la cabeza de Perseo en una de sus manos.
Ha sido nombrada como la Medusa “Me Too”, especialmente porque ésta fue puesta muy cerca de los Tribunales de Nueva York, los mismos en los que fue juzgado el famoso productor de cine acusado de abusos, Harvey Weinstein, quien resultó condenado a 23 años de cárcel por violación y agresión sexual.
“Medusa con la cabeza de Perseo”, como ha sido nombrada esta estatua por su autor, no solamente tiene el objetivo de mostrar el otro lado de la mitología, en el que la suelen describir como un monstruo malvado, dejando en claro que ella fue víctima de los abusos de Poseidón, Dios de los mares, sino que también pretende ser un símbolo feminista.
A pesar de que la escultura lleva más de diez años de vida, ahora fue viralizada después de que surgiera el famoso movimiento “Me Too”, cuando Luciano Garbati compartió la obra en una imagen de Instagram.
También te puede interesar:
Carlos Mesa reconoce triunfo de socialista Luis Arce en elecciones de Bolivia
Garbati ha comentado que Medusa no es otra cosa más que una víctima de una violación, de una maldición, del exilio y, finalmente, de este hombre que fue a matarla para lucirse. No obstante, descarta que su trabajo represente la venganza como muchos lo han comentado.
