Militantes de centroderecha en Brasil se reunieron para realizar caravanas en cinco ciudades, para pedir que el presidente Jair Bolsonaro sea sometido a juicio político destituyente por su cuestionable gestión durante la pandemia de Covid-19.
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El domingo, los dos grupos importantes de militantes de centroderecha, se reunieron un día después de que partidos de izquierda, sindicatos y movimientos sociales organizaran extensas caravanas, en al menos 50 ciudades de Brasil, para pedir al Congreso que inicie la destitución al líder ultraderechista.
Los grupos que se manifestaron son el Movimiento Brasil Libre (MBL) y la organización Ven Pra Rua (Ven a la Calle), donde reunieron a 500 automóviles en una caravana que recorrió varias calles de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, y que pasó por lugares emblemáticos.
Estos grupos también realizaron protestas con caravanas en las ciudades de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Belén y Cibá.
Los inconformes se manifestaron con carteles y mensajes contra Bolsonaro y su ministro de Salud, en general del Ejército Eduardo Passuello y pidiendo medidas más eficaces para combatir la pandemia en Brasil.
#Internacionales | Protestas en Brasil contra la gestión de la pandemia del presidente Bolsonaro y por el atraso de la vacunación en el segundo país con más muertes por el #COVID19. Vía: AFP pic.twitter.com/FXBN6GZtkx
— TCS Noticias (@tcsnoticias) January 24, 2021
APOYO A JAIR BOLSONARO VA A LA BAJA
Tras negar repetidamente la gravedad de la pandemia y liderar una respuesta que ha puesto Brasil en el segundo lugar con mayor número de muertes por Covid-19 del mundo después de Estados Unidos, Bolsonaro terminó el 2020 en lo más alto de las encuestas, impulsado por un generoso paquete de ayuda fiscal ante el coronavirus.
Sin embargo, enero ha sido menos amable. El programa de asistencia social ha terminado, dejando a muchos brasileños pobres varados mientras una segunda ola de la pandemia gana fuerza en la nación sudamericana.
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A otros ciudadanos les irrita el despliegue lento y desigual de la campaña de vacunación por parte del Gobierno federal y el anuncio de Bolsonaro de que no recibirá la inmunización contra el Covid-19.
Un reciente brote epidémico en Manaos, que fue uno de los primeros lugares gravemente afectados por el virus durante la primera ola, se convirtió en otra falta del Gobierno ante el coronavirus. La ciudad, en lo profundo de la selva amazónica, se quedó sin oxígeno la semana pasada, dejando a los hospitales dependientes de cilindros del mercado negro o tanques importados de Venezuela.
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El apoyo a Bolsonaro ha sufrido su mayor caída desde el comienzo de su Gobierno en 2019, según indicó el viernes una encuesta de Datafolha. Su administración fue calificada como mala o terrible por el 40% de los encuestados, en comparación con el 32% a principios de diciembre.
