Un tribunal confirmó una suspensión que frena, de momento, la realización de nuevas obras para el proyecto del Tren Maya en los municipios de Mérida, Izamal y Chocholá, todos en el estado de Yucatán.
En una resolución inapelable, tres magistrados federales rechazaron por unanimidad los argumentos del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur), desde donde se alegó que el Tren no provocará daños ambientales además de que se realizaron las consultas necesarias para su ejecución.
“Que las autoridades responsables se abstengan de realizar actos tendientes a la ejecución del proyecto Tren Maya Fase 1 derivado de la aprobación de la Manifestación del Impacto Ambiental (MIA) el pasado 30 de noviembre de 2020, únicamente en lo que atañe a los municipios de Mérida, Izamal y Chocholá, pues los quejosos son habitantes de dichos municipios, es decir, para que no se ejecute ese proyecto de obra dentro de la zona geográfica de la referida comunidad”, señala el resolutivo.
Fue el Tribunal Colegiado en Materias del Trabajo y Administrativa, con sede en Mérida, el que confirmó la suspensión otorgada el pasado 20 de enero por la jueza Karla Domínguez como parte de un amparo promovido por residentes de esa región de Yucatán en contra de actos del Fonatur.
“La ejecución de dicha obra ya amparada con la Autorización de Impacto Ambiental bien podría impactar, de manera hipotéticamente posible, y no rotunda, como se aduce, en la cobertura vegetal y el desplazamiento de la flora y la fauna, así como en el derecho a la información oportuna. De modo tal, que contrario a lo aducido, la resolución controvertida no sostiene que las afectaciones que vislumbra ya han sucedido y además de forma irreversible”, sostuvo el tribunal federal.
El Fonatur argumentó que el Tren ya cuenta con Autorización de Impacto Ambiental y rechazó daños ecológicos irreversibles, pero el tribunal resolvió que ese aspecto deberá ser aclarado al dictar sentencia de fondo en el juicio de amparo y no en la suspensión.
