Recientemente, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizaron un estudio en el que se reflejó que la presencia de bacterias y parásitos en el intestino desarrollan depresión.
La depresión es uno de los principales trastornos que padece la población en general, por lo que se han realizado diversos estudios para saber más sobre este padecimiento. En esta ocasión, personal de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM determinó que este trastorno puede surgir desde algunos microorganismos.
Te puede interesar:
Aguas residuales en París muestran rastros de coronavirus desde finales de junio
Para ello se llevo a cabo una investigación en comunidades indígenas de Guerrero, donde especialistas que hablan me´phaa, Elvia Ramírez Carrillo e Isaac González Santoyo, determinaron que un parásito interviene en subredes clave relacionadas tanto a la depresión como a los cambios de comportamiento.
De acuerdo con la información del estudio que fue publicado en la revista Scientific Reports, de Nature, el parásito que afecta las redes generales de comunicación y las subredes vinculadas a la depresión es el Ascaris lumbricoides.
Cabe mencionar que en este estudio también colaboró la Asociación Civil para el desarrollo indígena Xuanjin, Me’phaa A.C. De esta forma, se tomaron muestras fecales de niños adultos que habitan en comunidades indígenas de Guerrero, para determinar su estilo de vida en relación a la microbiota, según lo dio a conocer González Santoyo.
El objetivo inicial fue determinar cómo su estilo de vida influye en la composición, abundancia y redes de comunicación de la microbiota. Su modo de vivir es muy diferente al de las ciudades y se asemeja más a lo que experimentó nuestra especie a lo largo de su evolución
El estudio menciona que la microbiota intestinal bacteriana es muy diversa, por lo que algunos factores pueden afectar su función, como la presencia de A. lumbricoides, la cual afecta los procesos congnitivos como la memoria y el aprendizaje, lo explica Ramírez Carrillo.
Los parásitos intestinales pueden afectar la microbiota y aumentar los síntomas de depresión. Los adultos son más susceptibles porque el parásito interfiere con especies de bacterias que participan en el metabolismo de la dopamina, uno de los principales moduladores en la sintomatología depresiva. Los niños son más resilientes
También te puede interesar:
VIDEO: Captan un río de lodo en Arizona, resultado de los incendios forestales
