Luego de ocho años ininterrumpidos como presidente de Rusia, Vladimir Putin estaría pensando en dejar su cargo el próximo año debido a problemas de salud y presiones familiares.
De acuerdo a la prensa inglesa, el mandatario de la Federación Rusa no ha estado bien de salud últimamente y tiene miedo de haber desarrollado mal de Parkinson.
Además, los rotativos británicos aseguran que la exgimnasta y examante de Putin, Alina Kabaeva, ha ejercido una fuerte presión en el líder ruso para que deje su cargo y cuide de su estado de salud.
Según The Sun, los dedos de Putin se están torciendo y esta semana el mandatario fue captado sosteniendo una taza que supuestamente estaba llena de analgésicos.
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Más temprano en la semana, el partido que gobierna en Rusia propuso una iniciativa que permitiría el fuero a cualquier expresidente más allá de que ya no esté en el cargo; además, según el Daily Mail, esa iniciativa podría darle a Putin un puesto de por vida en el Senado.
El que fuera oficial de inteligencia en el exterior para la KGB tuvo su primera etapa como presidente de la Federación Rusa de 1998 al 2008; volvió al cargo en el 2012 y desde entonces se ha mantenido en la silla presidencial.
