Pensar en el futuro es pensar en tecnología, incluyendo la guerra. De hecho, pensar en el futuro no debería incluir guerra pero en el mundo en el que vivimos y con tantos Vladimir Putin sueltos, es casi imposible pensar en que nunca más habrá un desencuentro.
Lo que sí va a cambiar es la forma a la que estamos acostumbrados a pelear una batalla. Esos tanques de guerra, ruidosos y pesados de la Segunda Guerra Mundial son obsoletos.
Cambio, tenemos nuevas armas.
Por ejemplo, un transbordador que puede cargar más de 100 toneladas de bombas y que llega en minutos a su destino. O un vehículo robot, manejado a kilómetros de distancia por un humano a través de lentes de realidad virtual.
¿Por qué no? Un arma láser capaz de desarmar al enemigo de forma silenciosa y desde una distancia segura.
Asesinato de Al Zawahiri es un punto de partida
Hablar del futuro, suena muy lejos. Ya enfrentamos la guerra cibernética.
Y la última modalidad es cómo Estados Unidos mató al líder de Al Qaeda, mano derecha de Osama Bin Laden.
Cuando le llegó su hora, Ayman Al Zawahiri estaba en uno de los balcones de la casa de un barrio acomodado de Kabul en la que vivía desde principios de este año junto a su mujer, su hija y sus nietos, confiado en que era un lugar seguro para uno de los hombres más buscados del planeta.
Lo alcanzaron dos misiles Hellfire de alta precisión, que no afectaron a la estructura de la vivienda. Nadie más salió herido. Ningún miembro de su familia salió con algún rasguño. Ningún civil que pasó por allí fue afectado por esta operación que tardó meses en planearse.
Estados Unidos no olvida ni perdona a sus enemigos. Y además, le demostró al mundo que tiene la capacidad para efectuar operaciones antiterroristas de gran impacto pese a no tener presencia sobre el terreno.
¿Llegará pronto una nueva guerra fría?
