Ómicron, ¿qué sabemos? ¿qué hacemos? | #PuntoDeVistalVazo

En #PuntoDeVistalVazo, Alejandro Villalvazo habla sobre la importancia seguir con las medidas de mitigación ante la llegada de la variante Ómicron.

Escrito por: Alejandro Villalvazo
Alejandro Villalvazo, conductor de Hechos Meridiano de TV Azteca

Ómicron, ¿qué sabemos? Y ¿qué hacemos?… fue el 24 de noviembre cuando científicos detectaron la nueva variante del Covid19: “altamente transmisible y preocupante”, le calificó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La “OMS” bautizó a esta variante como “Ómicron”, la décimo quinta letra del alfabeto griego.

Al momento de preparar este comentario, solo han pasado cinco días de que apareció la nueva mutación.

¿Qué sabemos? Poco en realidad, de hecho, se sabe que Ómicron se contagia con facilidad, eso, y ya.

El problema es lo que no se sabe, y ahí está la preocupación principal, siempre, lo desconocido, lo que genera incertidumbre, es lo que mata.

Las dudas que trata de aclarar la comunidad cientifica son las mismas preguntas que se hacen ustedes en casa, con la familia, con los amigos, o en el trabajo…

¿Ómicron atacará más a los que ya enfermaron haciendo que aumenten los casos de reinfección?, ¿Ómicron viene más fuerte que el coronavirus original y que las variantes que ya tuvimos?, ¿Ómicron me enfermará más grave?, ¿Ómicron es resistente a las vacunas?.

¿Quién sabe?
Entonces, ¿qué hacemos?

Lo primero, no caer en pánico y después, seguir cuidándonos, no bajar la guardia con las medidas personales: uso de cubrebocas, no me toco los ojos, la nariz o la boca, me lavo las manos constantemente, me pongo antibacterial, guardo la sana distancia, evito lugares muy concurridos.

Eso es lo que nos toca hacer, a ti y a mí, a los ciudadanos. Los gobiernos, a seguir vacunando.

Y dejar que los hombres y las mujeres de ciencia, trabajen e informen de que tamaño es la nueva variante, que por cierto se detecta igual que las anteriores y que la original, con una prueba “PCR”.

Hay evidencia cientifica de que eso es lo que funciona, por ejemplo, en Japón, la variante “Delta” se autodestruyó al no tener a quien contagiar porque los japoneses hicieron su trabajo de cuidados personales.

Ya que les hablo de “Delta”, hay que recordar que desde que surgió el Sars-Cov-2, hace 23 meses, casi dos años, la OMS ha identificado 11 variantes, de esas, cinco, contando ahora a Omicron, han sido las más preocupantes.

Alfa: la detectaron en septiembre del 2020, en el Reino Unido, se extendió ha 164 países, una variante muy transmisible y que empezó a afectar a los más jóvenes con síntomas graves.

Beta: sorprendió en octubre del 2020, origen: Sudáfrica, alcanzó a 115 países, fue capaz de disminuir la eficacia de las vacunas.

Delta: nos apanicó en mayo del 2021, nació en India. Llegó a 92 países. Delta combinó los peligros de Alfa y Beta, fue altamente transmisible como Alfa y bajó la eficacia de las vacunas como Beta.

Gamma: diciembre 2020, la detectaron en Brasil, se propagó por 62 países, se destacó por ofrecer mayor resistencia a la respuesta inmune.

Como dato cultural: la OMS decidió renombrar las mutaciones del Covid-19 con las letras del alfabeto griego por dos motivos muy simples: primero, para quitarle el título y el estigma al país de origen, por ejemplo, dejar de decir “la variante India”, después, para que la conversación entre tú y yo fuera más ligera y tuviéramos una referencia coloquial en lugar de los nombres científicos.

Alfa, Beta, Gamma, Delta, Ómicron y las que vengan, pongamos actitud positiva, a seguirse cuidando, que este bicho ya se ha dicho, llegó para quedarse.

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Escrito por: Alejandro Villalvazo

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